FELIPE GUTIERREZ Y ESPINOZA
(1825-1900)
Felipe Gutiérrez y Espinosa nacido en San Juan para el año 1825, muere
en la capital de la isla en el 1900.
Setenta y cinco años de vida precaria e intensa en la instrumentación y
el componer en improvisaciones
rápidas. Se le llamaba “el
Maestro Gutiérrez”, por sus conocidos y discípulos queridos. Escribió en casi todos los géneros, y hasta
redactó ópera en tres actos, y libreto de Alejandro Tapia y Rivera
(representada con gran éxito en el Teatro Municipal de San Juan, PR); Macías, ópera en tres actos, de Martín
Travieso; El Bearnés, ópera en cuatro actos, libreto de Antonio Biaggi; y el
Amor de un Pescador, zarzuela en dos actos, letra de Navarro. Uno de sus maestros fue Don José Álvarez, y
aprendió piano y casi todos los instrumentos de orquesta.
En 1845 empieza de músico mayor del Regimiento Iberia; por el año 1858
el Ilustrísimo Obispo de San Juan, Monseñor Pablo Benigno Carrión le nombra
como Maestro de Capilla de la Catedral de San Juan, P.R., y es cuando compone
su célebre Misa en Do Mayor. De 1871 a 1874 el gobierno del Municipio de
San Juan le ayuda con una subvención para establecer una Academia de Música que dio óptimos frutos
en su breve vida. La Diputación Provincial,
en colaboración con el Ayuntamiento de San Juan, le otorga una pensión, y en
1876 va a Europa. Visita Viena, París y
en esta capital de la luz estuvo acompañado por Francisco Oller. No hizo gran cosa en sus adelantos musicales
es este viaje, según sus biógrafos.
En el género en que más prolífico fue Felipe Gutiérrez fue en el
religioso, tales como sus misas (Misa Pequeña en La Menor, a dos voces; Misa de
Circuncisión, a tres voces; Misa de la Purificación, a tres voces; Misa de la
Anunciación, a tres voces, etc.); a tres voces, música sinfónica, de la cual
citamos los siguientes títulos: La
Familia, obertura para orquesta; La
Manganilla, obertura; El Parto de los
Montes, juguete sinfónico; y Sonata de Violín, con acompañamiento de
piano y orquesta; y además Felipe Gutiérrez compuso óperas y operetas, de las
cuales hemos dado fe anteriormente.
Se le compara con Campeche por su natural inspiración y su
espontaneidad en la musa, y en su fecundidad melódica alcanzó a más de
trescientas composiciones de variados géneros musicales.
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